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Miembros de este grupo religioso vivían sin luz solar ni electricidad.
09 Ago 2012
Un importante diario ruso reveló la existencia de una secta religiosa que obligaba a sus miembros a vivir en celdas bajo tierra, sin acceso a electricidad, en la República de Tatarstán. Entre los miembros se encontraban 27 niños, la mayoría de los cuales no han visto jamás la luz solar.
Los miembros de la secta seguían a Fairsajman Satarov, expredicador musulmán de 83 años quien afirmaba ser profeta de Mahoma. Según los medios rusos, el líder condicionaba a sus seguidores a permanecer bajo tierra, amenazándolos con el fin del mundo.
Los seguidores de este grupo, autodenominados ‘muammin’, fueron liberados por fuerzas del orden aunque aseguraron que se resistirán a la demolición del edificio que ocultaba las cuevas donde solían vivir.
Foto: noticierostelevisa.esmas.com