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El perro llamado Tango no pudo reconocer al presunto culpable.
09 Abr 2014
Aunque se lea increíble, en Francia utilizaron a un perro como testigo en un juicio por un asesinato. El juez decidió hacer la reconstrucción de un asesinato con el perro de la víctima, que estaba con su dueño en el momento del homicidio, para tratar de probar la culpabilidad del acusado.
A lo largo del experimento el perro labrador llamado Tango no pudo reconocer al presunto culpable. El tribunal pidió a un experto veterinario, que prevea una «declaración de reconciliación» entre el perro de la víctima y el del victimario.