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Noble can
31 Mar 2015
Fu es un humilde zapatero, de 68 años, que a pesar de sufrir una parálisis, de la cintura para abajo, a causa de poliomielitis, no ha dejado de trabajar y quizá no podría hacerlo sin la ayuda a su fil perro, quien lo ayuda a diario a empujar su improvisada silla de ruedas.
El viaje desde su casa al trabajo le toma casi una hora y sus brazos se cansan, es por eso que la ayuda del can le resulta muy importante al zapatero. Lo extraño es que Fu dice que no le enseñó nada a su mascota, que lo aprendió solo, prestando atención.
Tal es a nobleza de este perro que se pasa todo el día junto a su dueño, lo acompaña, lo cuida e incluso da calor a los pies en invierno. Fu no duda en alabar a su fiel compañero, y le dedica la más amorosa sonrisa, apelando a palabras sencillas pero de hondo agradecimiento: “Buen perro”.