La hidroxicloroquina es el nombre del fármaco que circula hace semanas como la cura definitiva contra el coronavirus. Este es un inmunomodulador -una sustancia que estimula o deprime el sistema inmunitario, y puede ayudar al cuerpo a combatir el cáncer, las infecciones u otras enfermedades- que se ha usado para el tratamiento de la malaria, paludismo y la artritis.

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Los científicos aseguran que podría ser un gran aliado en esta lucha mundial contra el coronavirus, pero advierten de sus efectos secundarios ya conocidos: dolor de cabeza, mareos, pérdida del apetito, malestar estomacal, diarrea, dolor de estómago, vómitos y sarpullido.

Es importante mencionar que el ministro de Salud, Víctor Zamora, ya firmó un protocolo para iniciar a tratar a los pacientes graves con este medicamento. 

Según explica el doctor George Rutherford, profesor de epidemiología en la Universidad de California en San Francisco, que si bien este medicamento tiene cierto potencial para tratar enfermedades como el Covid-19, el mundo debe esperar a que haya resultados concluyentes. 

"Cuando se prueba contra el coronavirus, en un sistema experimental, bloquea la entrada del virus en la célula e inhibe el metabolismo, lo cual interfiere con la habilidad del virus para replicarse", señala. El añadió que se deben hacer pruebas muy cuidadosas para entender realmente qué tanto funciona, las cuales pueden tardar desde un mes hasta un año.

Este medicamento, según reportan los diarios estadounidenses y chinos, ya fueron utilizados en pacientes en Beijing y dos provincias más chinas.