Según un estudio realizado en la Universidad Queen Margaret, las granadas tienen efectos afrodisíacos y generan en el cuerpo una reacción similar a la que se origina al consumir 'viagra'. Para la investigación, 58 personas de ambos sexos entre los 21 y 64 años bebieron un vaso de zumo de granada durante dos semanas y al finalizar este tiempo se les evaluó para medir cambios en sus cuerpos.

Los científicos  hallaron un aumento considerable de testosterona, hormona que produce deseo sexual. Además, en los varones el vello facial aumentó y la voz se tornó, en algunos casos, más grave; mientras que las mujeres presentaron fortalecimiento en los huesos y músculos.

Acorde a los especialistas, un aumento de testosterona no solo produce un incremento en el apetito sexual sino también reduce la hormona del estrés, el cortisol; ayuda a la memoria y mejora el ánimo. Por otro lado, también se comprobó que el zumo de granada tiene propiedades antioxidantes y permite combatir el cáncer, y aliviar los síntomas de la osteoartritis y los trastornos estomacales.

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