Todo el mundo se conmovió cuando en 1912 se hundió el Titanic con sus más de dos mil pasajeros. No muchas personas lograron salvarse en los botes salvavidas y algunas incluso ya en ellos tuvieron un espeluznante final.

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Ahora se reveló que el último bote se encontró un mes después del accidente y en su interior habían tres cuerpos en descomposición. Eran dos ingenieros que trabajaban en el cuarto de máquinas del barco y un pasajero de Primera Clases: Thomson Beattle de 37 años.

Cuando uno de los rescatistas trató de levantar uno de los cadáveres por los brazos, estos se desprendieron del cuerpo. Por esto se decidió envolver a los difuntos en lonas, orar y arrojarlos al mar.

Las fotos del rescate y una nota de uno de los pasajeros serán subastadas pronto.