Con 10 hombres y en calidad de visitante, el Chelsea dominó al Barcelona y clasificó a la final de la Liga de Campeones. Los ingleses llegaron al Camp Nou con una victoria a su favor, tras superar a los 'culés' en el partido de ida, y fueron recibidos por un Barza de juego abierto, que basaba su estrategia en los toques ágiles, pero sin la ofensiva contundente que los ha caracterizado durante toda la Copa.

El primer incidente del partido sucedió a los 16 minutos, cuando Gerard Piqué terminó incosciente tras chocar con su compañero, el guardameta Víctor Valdes. Los españoles comenzaron con su ofensiva, enfocada en habilitar a la principal amenaza de los catalanes: Messi.

Al minuto 34, Busquets abrió el marcados a favor de los azulgranas, lo que parecía confirmar el dominio de los españoles durante la primera mitad del encuentro. A los 35 un rodillazo a Alexis Sánchez le valió la expulsión a John Terry, uno de los veteranos del Chelsea. Los 10 azules se replegaron y le impregnaron un tono más defensivo a su juego, mientras que el Barcelona parecía crecerse. El gol de Iniesta al minuto 42 parecía vaticinar una goleada pero Ramires rompió este pronóstico con un elegante tanto por encima del arquero Valdés a los 45.

El resto del encuentro se apreció a un Chelsea resistente y un Barcelona ordenado pero sin impulso. El contragolpe era la principal arma del equipo inglés y a los 91, el niño Torres aprovechó el rechazo a un ataque del Barza para ir solo a la portería rival, esquivar a Valdés y marcar el 2-2. El empate le valió la clasificación inmediata al Chelsea a la final del torneo. Su rival se definirá mañana, en el encuentro entre el Bayern Munich y el Real Madrid.

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