Blanca Murall es una madre argentina con un gran corazón, ella tenía cinco hijos, pero su afán por ayudar la llevó a adoptar a seis hijos más, todos ellos con síndrome de Down, como si esto no fuera suficiente, también abrió una fundación. Conoce su historia aquí.

Todo inició cuando ella y sus amigas visitaron un hogar de niños en Tigre, Argentina. Ahí el pequeño Javier, de 2 años y con síndrome de Down, se le prendió de los pantalones, luego de dos semanas lo adoptó.

Al cabo de 10 años, Blanca ya tenía bajo su tutela a cinco chicos con síndrome de Down y uno con sordera y retraso cognitivo. Poco tiempo después toda la familia se reunió en la larga mesa de la casa. Y nació la idea de formar una fundación para personas con discapacidad, para formarlos en distintos oficios, que los preparara para la vida, el 3 de julio esta cumplirá 30 años.

"Al principio, la gente hablaba de mis hijos como deficientes. Después, aprendimos a decir que eran Down. Más adelante, empezamos a llamarlos «con capacidades especiales». Es puro cuento. Todas son formas de discriminar. Porque para la sociedad son un problema, son algo que no sabe cómo nombrar, porque nadie sabe qué hacer con ellos. Para mí, ellos sólo son Javier, Luis, Olga, Angelita, José y Martín. Mis hijos", dice Blanca.