Representantes de 186 empresas, agrupadas en 52 consorcios de transporte urbano, expresaron su rechazo al paro convocado por un sector de transportistas para el 2 de julio en contra a la ordenanza 1599, que busca regular el servicio de transporte urbano.

Según los empresarios, la protesta es convocada “ por algunas personas que no representan a los transportistas y pretenden boicotear el trabajo honesto y consensuado que se viene realizando” para mejorar el transporte en la capital. Por su lado, la alcaldesa Susana Villarán aseguró que la reforma de transporte iniciada por la comuna metropolitana es una de las “más audaces e importantes que se ha abierto en América Latina”.