Candy Crush es un juego bastante popular en nuestros días, pero muchos usuarios han empezado a tomarse muy en serio el juego llegando a dejar de ir a trabajar o gastar dinero para pasar los niveles.

Ejemplo de esto es Lucy Berkley, una mujer de 44 años, reveló cómo no pudo trabajar después de un fin de semana por tener dolor de espalda y brazos tras diez horas jugando al Candy Crush. 

El adictivo juego logra que cada día los usuarios jueguen más de 700.000 veces. Además, la versión "Premium", a la que se puede acceder cada vez pagando algo menos de un euro, ha hecho que se generen unos ingresos anuales de unos 145 millones.