Japón anunciaba, a los pocos días de que China alertara al mundo sobre el coronavirus, su primer caso infeccioso. Desde aquel día hasta la actualidad, el país asiático tiene números bajos en cuanto a propagación se refiere. Lo más increíble es que nunca se llamo al aislamiento social obligatorio.

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El director del Instituto de Salud de la Población de la Universidad King’s College de Londres, Kenji Shibuya, indica que para mantenerse en los 1193 contagiados la decisión del Gobierno en “enfocarse en grupos de brotes” es clave.

Un segundo punto clave es la cultura de la higiene y distanciamiento social que tienen los japoneses. “Los japoneses son bastante conscientes de la higiene, mucho más que en otros lugares. Además, muchas personas usan mascarillas en las calles por un tema cultural, por lo que hay menos posibilidades de transmisión”, asegura.

Finalmente, los especialistas coinciden en que la decisión temprana del Gobierno por cerrar las escuelas y suspender eventos masivos fue una de las decisiones más acertadas. Por si fuera poco, el concepto de "aplanar la curva de infectados" caló mucho en los ciudadanos y son ellos mismos quienes hicieron posible esto.