Imagina esta situación: tu jefe te cita en su oficina, te dice que desea hablar contigo... Empieza la plática diciendo que la empresa debe hacer un recorte de personal porque hay menos dinero y agradecen lo que has hecho por la empresa, pero no van a poder seguir contando contigo. Y ahora, ¿qué hacer?

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Somos conscientes que entre los jóvenes, más que nada, puede generar más de un dolor de cabeza, pues no han tenido una larga vida laboral y, por ende, el colchón de ahorros que tienen es bastante corto. Tranquilo, aquí te damos algunos consejos de cómo afrontar lo mejor posible esta situación.

Primero, si tienes una cantidad ahorrada, debes examinar lo que tienes y calcular cuánto tiempo podrías vivir con ello. A partir de allí podrás empezar a buscar trabajo, pues sabrás cuánto tiempo puedes vivir sin tener uno.

Es importante pensar en tu salud y seguridad, puesto que nadie se salva de necesitar una visita al médico, por ejemplo. Examina las posibilidades que tienes y trata de tener que pagar menos, pero no lo des de baja a tu seguro médico. Con la salud no se juega.

Finalmente, no tires por la borda tu plan de pensiones ni tus ahorros de toda una vida. Trata de establecer una cantidad tope a la que llegar en caso de que no encontraras un trabajo en un tiempo determinado, pero trata de no quedar nunca sin un colchón de dinero, recuerda que es para emergencias, pero las emergencias no son eternas. Ante todo, calcula bien lo que tienes y adminístralo en consecuencia. Mejor apretarse el cinturón que quedarse en números rojos.