Hoy es una fecha, para recordar a los 75 mil peruanos que desaparecieron en el terrible terremoto que azotó el departamento de Áncash en el año 1970.

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Después del trágico movimiento de 7.9 grados de magnitud y el gran aluvión que arrasó con la pequeña localidad de Yungay.

Quedando pocos sobrevivientes que hoy en día son conocidos como los 'huerfanitos de Yungay'. Aquel 31 de mayo la tierra presentó el movimiento más fuerte en toda su historia.

A partir de esa fecha los sobrevivientes asisten todos los años a Yungay para rendir un culto y orar por las personas desaparecidas, llevando donaciones.

Así mismo el presidente Juan Velasco, ordenó que nadie moviera los cuerpo, debido a que la ayuda llegó después de tres días y los cuerpos se encontraban congelados.

Los niños y las personas tuvieron que subir hasta lo más alto del cementerio, para desenterrar a los muertos y sacarles la ropa, para así protegerse del frío y no morir de hipotermia. 

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Luego de 49 años de aquella tragedia, especialistas afirman que si ese terremoto se hubiera dado en Lima, los daños y las muertes pudieron a ver sido el doble. Pues, Lima no se encuentra preparada para un movimiento así.