El 20 de julio de 1973, una de las figuras más emblemáticas del cine de acción y las artes marciales falleció. Bruce Lee murió producto de un edema cerebral, provocado por la reacción alérgica a un medicamento, y enlutó no solo a la industria hollywoodense sino también a millones de fanáticos que gracias a él conocieron lo místico y letal de las disciplinas marciales chinas.

Lee nació en Estados Unidos pero se crio en Hong Kong. Desde joven se vio envuelto en múltiples enfrentamientos con miembros de pandillas que buscaban dominar las calles de Hong Kong por lo que  sus padres decidieron entrenarlo en Wing-Chun.

A los 18 años,  regresó a América y comenzó a hacerse un nombre como maestro de kung-fu lo que finalmente lo llevó a la industria de la televisión, con su papel como Kato en “The Green Hornet”, y al cine, con éxitos como “Enter the Dragon”.

Fue en América que Lee desarrolló su propio estilo de pelea, el Jeet Kune Do, el cual se caracterizaba por su velocidad y fuerza. Dueño de un físico envidiable, el actor podía realizar proezas inigualables como realizar lagartijas con solo dos dedos o empujar a una persona hasta 2 metros hacia atrás con un golpe corto.

La muerte de Lee estuvo rodeado de misterio. El 20 de julio de 1973, después de tener una reunión de trabajo, el actor, quien había sufrido un colapso por un problema cerebral dos meses atrás, empezó a quejarse de un fuerte dolor de cabeza. Su amiga Betty Ting Pei le facilitó una aspirina y, después de tomarla, Lee se durmió. Nunca más despertó.

Los médicos concluyeron que una reacción alérgica ante el medicamento le generó un edema cerebral al artista marcial sin embargo algunos fanáticos alegaban que Lee fue un asesinado por una 'triada' china.