Un experimento para saber cómo se veía Jesús de niño, realizado en 2004, ha dado la vuelta al mundo nuevamente por la exposición de la Sábana Santa, con la que fue cubierto su cuerpo en el sepulcro, que se realiza en Italia.

El resultado de la investigación dio como resultado a un Jesús con el pelo más rubio, ojos más claros y un rostro dulce. Esto fue posible gracias a un programa especializado que permite añadir o quitar rasgos faciales, arrugas y diversos signos de envejecimiento.

Para recrear su rostro, la Unidad de Análisis de Crímenes Violentos (UASV) de la policía científica Italia tomó el molde que salió de la Sábana Santa y usó el mismo proceso que siguen con los miembros más buscados de la mafia.

En 2004 este experimento se hizo a pedido canal de televisión italiano Retequattro, que entonces emitió un programa sobre la infancia y adolescencia de Cristo