Cuando Caffrey, el gato, tenía tres años fue atropellado por un automóvil y producto del accidente perdió su pata trasera izquierda. Sin embargo, en octubre desarrolló un tumor maligno en su pata delantera izquierda, la cual ya había sufrido daños graves tras el accidente. 

Fue así que su dueña decidió amputarle la pata y dejarlo sólo con sus dos extremidades derechas. Luego de perder sus dos patas izquierdas y someterse a una cirugía de 3.500 euros (alrededor de $2.200.000), hoy vive feliz junto a sus dueños.

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