A nadie le gustaría ser devorado por un oso, pero la curiosidad propia de la raza humana nos lleva a preguntarnos ¿Cómo sería esta experiencia? Y es aquí cuando la tecnología da un paso al frente para acercarnos a la respuesta.

El naturalista Brad Josephs, de Alaska, había instalado su cámara Go Pro en una remota zona para que grabe a los animales en su entorno natural. Una oso hembra y su pequeño de tres años se cruzaron con el aparato. La hambrienta madre lo confundió con un pedazo de comida e intentó devorarlo.

El mamífero finalmente desistió de su intento y fue a buscar comida a otro lado. La camará no sufrió muchos daños y pudo registrar todo el incidente en video. ¿Te atreves a verlo?

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