William Gadoury tiene solo 15 años pero podría entrar a los libros de historia como uno de los descubridores más jóvenes: su admiración por la cultura Maya lo llevó a descubrir una ciudad perdida con la ayuda de fotografías satelitales.

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El adolescente estudiaba las constelaciones mayas con mapas y superpuso sus líneas sobre otro mapa de la península de Yucatán. En ese momento se dio cuenta de que las grandes ciudades Chichen Itza y Uxmal estaban perfectamente alineadas con las estrellas mayores mayas.

Por lógica dedujo que faltaba una ciudad en un punto clave. Por lo que usó imágenes de Earth, NASA y JAXA (agencia japonesa) para saber la ubicación de la tercera ciudad, y la encontró. K'aak Chi o Boca de Fuego fue el nombre que le puso a su descubrimiento.

Según las fotos, el lugar se encuentra en Belize y tiene un pirámide de 86 metros de alto con otras estructuras visibles.