Unos desnaturalizados padres adictos a los juegos on line, no dudaron en vender a sus dos menores hijos a unos traficantes de niños con tal de tener dinero para poder costearse más videojuegos.

Los detenidos fueron identificados como A Mei y A Hui y ya fueron detenidos y puestos a disposición de las autoridades de su país donde podrían ser condenados hasta por más de 40 años de prisión efectiva.

Este delito no hubiera sido descubierto si no fuera por el padre de A Hui quién alertó a los efectivos del orden para que capturen a la pareja antes de que cometan el delito.

El caso generó gran conmoción en China por lo que las autoridades han puesto un especial énfasis en el tráfico de niños.